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martes, 7 de enero de 2014

₂₅ Crazy Machines 2 (2007)

Tipo: Puzles
Año: 2007
Estudio: Fakt Software
Multijugador: No
Puntuación: 3

Todos hemos visto en mil películas ese tipo de "máquinas" absurdamente complicadas que, para alcanzar un objetivo sencillo como por ejemplo servir el desayuno, se basan en hacer caer por un canalón una bola que golpea una veleta que enciende un interruptor que calienta la cesta del gato que se levanta y tira unas fichas de dominó que... Sí, ya sabéis de qué os hablo, y estaréis recordando Los Goonies, Regreso al futuro o Wallace y Gromit. Esos cachivaches se conocen en inglés como máquinas de Rube Goldberg y aquí, para los más mayores, son "los inventos del TBO".

De eso precisamente va Crazy Machines 2, de preparar artilugios con los elementos proporcionados para alcanzar los obejtivos exigidos en cada nivel, una filosofía de juego poco habitual pero que cuenta con famosos antecedentes como el clásico The Incredible Machine.

Nuestro mentor en el laboratorio va a ser Doc, un alter ego de Einstein de voz cascada y fino sentido del humor que nos propondrá los diversos desafíos y, si nos atascamos, nos puede proporcionar pistas. Cada nivel cuenta con unos objetivos principales (obligatorios) y otros secundarios (que sirven para "mejorar la nota"), y sólo podemos usar los aparatos permitidos para ese nivel. La diversidad de niveles es muy amplia, aunque todos se desarrollan en una "pared", por así llamarlo. Es decir, que realmente todos los movimientos son bidimensionales, aplicando la gravedad correspondiente (en algunos niveles no es la terrestre, sino más baja o nula). Y los elementos con los que contamos son también muy variados: tijeras, pelotas, cañones, mecheros, rampas, poleas, cuerdas...

Dirigibles prestos a salir volando.

El desarrollo consiste en disponer nuestros elementos, pulsar el botón de "play", ver lo que pasa, corregir y vuelta a empezar, hasta que se nos ocurra la idea feliz y alcancemos el éxito. Como suele ocurrir en los juegos con física realista, el resultado depende en cierta medida del azar. Esto es, que repetir el mismo experimento dos veces, sin tocar nada, puede producir resultados diferentes (por raro que suene). Apasionante o aburridísimo, según cómo sea cada uno. A mí me gusta, pero de vez en cuando, porque acaba haciéndose repetitivo (aunque cada nivel es totalemnte distinto de los demás).

CM2 posee un sencillo editor de niveles y ofrece acceso a contenido compartido en red para bajarse niveles creados por otras personas, aunque ahora me parece que ya va a ser difícil encontrar algo en línea. Si os quedáis con ganas, existen varias ampliaciones (Back to the Shop, Liquid Force y Time Travel), que también están incluidas en la versión Crazy Machines 2 Complete, y por supuesto Crazy Machines Elements, que viene a ser la continuación.

No podían faltar las fichas de dominó.

Un aspecto irrelevante pero digno de mención es que los entornos del menú son plenamente interactuables: puedes tirar las cajas que veas, lanzar los dardos contra la diana, etc. Por otro lado, moverse entre esos mismos menús es bastante lento, porque cada uno te lleva a un rincón distinto del laboratorio.

La mayor pega de CM2 no está en el juego en sí mismo, sino en la ridícula obligación de ejecutar, cada vez que vamos a jugar, un cargador de FX que, bajo la excusa de estar "actualizando componentes del lanzador", nos muestra publicidad de sus últimas novedades. Es más lento cuanto más tiempo lleves sin jugar, hasta alcanzar extremos ridículos. A la larga se le quitan a uno las ganas, creedme.

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