Páginas

viernes, 15 de septiembre de 2017

₁₃₇ Banished (2014)

Tipo: Gestión urbana
Año: 2014
Estudio: Shining Rock Software
En español: No
Multijugador: No
Puntuación: 4

Banished es un videojuego de gestión urbana ambientado en la época medieval (similar en cierto modo a la saga The Settlers o a Clockwork Empires, aunque el autor reconoce influencia de Anno), con un planteamiento más realista de lo habitual. Inicialmente tenemos a nuestro cargo a un pequeño grupo de colonos que han sido expulsados ("banished") de otro asentamiento por algún motivo sin especificar y deben hallar urgentemente un lugar en el que establecerse y sobrevivir, dentro de una región agreste y despoblada atravesada por un río, para ir luego prosperando poco a poco.

Frente a lo que suele ocurrir en este género, estamos ante un título indie que, de hecho, fue desarrollado en solitario por Luke Hodorowicz al mando de su propio estudio. Quizá por ese mismo motivo se ha permitido ser mucho más crudo (dentro de lo que cabe) que en juegos parecidos. En Banished la gente enferma, muere por casi cualquier cosa (desde la más corriente, el hambre, a un accidente o por complicaciones durante el parto), se ponen a trabajar casi de niños (si no hay escuelas para educarles) y al poco forman una familia y empiezan a tener hijos. Respeto mucho este planteamiento tan alejado de la habitual disneyficación histórica que nos rodea, pero la verdad es que el algoritmo me parece un poco forzado: tendréis parejas de diez años que ya procrean, pero bueno, la idea es que la vida no es fácil en una aldea en mitad de la nada y eso queda claro.

El río, vía comercial.

Así, el río y los ocasionales mercaderes que nos visiten son nuestro único contacto con el mundo exterior, por lo que debemos centrarnos en el autoabastecimiento como objetivo principal. Como corresponde a la época y lo apurado de la situación, el gameplay de Banished se vuelca más en la gestión de los escasos recursos que en construir grandes ciudades, aunque ofrece mucha libertad en casi todos los aspectos del juego. El árbol de opciones es impresionante (y por cierto, con unos menús que visualmente resultan un tanto chocantes, como de programa de ofimática), y durante un buen tiempo estaréis descubriendo cosas que ignorabais que existieran y que podrían haberos venido bien antes. Pero ahí está la gracia.

Al principio es cuando peor lo vamos a pasar, y es muy posible que nuestra gente la palme de hambre y frío durante el primer invierno. Para que os hagáis una idea, la diferencia principal entre los niveles de dificultad está en los recursos iniciales. Y es que empezar con un saco de semillas que podamos plantar la primera temporada supone una ventaja enorme, al no depender tanto de la caza y la recolección. Eso y el clima, claro, que también nos puede facilitar las cosas de partida o ponérnoslas imposibles.

Cae el invierno.

Gráficamente el juego está muy bien, aunque creo que no llega a magistral (lo peor, las texturas de los tejados). La generación de cada mapa es procedural, con una semilla aleatoria que podemos reutilizar, y el mundo creado es creíble y de tamaño respetable. Siempre hay un río, esencial para prosperar, zonas rocosas y otras más hospitalarias, y elegir bien dónde colocar cada cosa es muy importante si queremos que funcione a pleno rendimiento y sin trayectos enormes para nuestros ciudadanos.

También vemos a cada habitante individual, como es común en los juegos modernos de gestión urbana como por ejemplo Tropico, con sus necesidades y tareas asignadas, aunque el control sobre ellos es indirecto (nosotros simplemente asignamos plazas a cada profesión y ellos se readaptan según les pille de camino). Como podéis imaginar tenemos que mantener un equilibrio entre crecimiento y necesidades básicas cubiertas, para que cuando vengan mal dadas (condiciones climáticas adversas, desastres naturales, la peste...) estemos preparados para resistir.

Un pozo para nuestra plaza.

Algunas cosas, sin embargo, no están todo lo pulidas que debieran, y pienso específicamente en lo que llamo "el problema del ciclo del hambre". En Banished la comida no se pudre, y no es complicado acumular una gran cantidad disponible para nuestros ciudadanos, y sin embargo que empiecen a caer como moscas desnutridos. Sucede que los habitantes de nuestro mundo sólo comen en su casa. sí, aunque estén desfalleciendo de hambre y tengan un árbol frutal al lado, les da igual. Y una vez tienen hambre dejan de trabajar y hasta de ir a por comida, sólo saben volver a su casa a comer. Si no hay otra persona de su familia que lleve comida a casa, morirán. Y cuando muere uno es muy probable que la palme el resto de su familia, y si estaban haciendo un trabajo importante puede quedar interrumpido y que empiece a pasar hambre más gente, iniciando una peligrosa reacción en cadena que diezme el asentamiento. Si al menos pudiéramos coger a cada uno de forma directa y decirle "come esto, alma de cántaro"...

Este año los niños lo pasarán genial en Halloween.

Entiendo que de no funcionar así el juego resultaría demasiado simple, pero hacer la comida perecedera hubiese sido una solución mucho más elegante. Es cierto que cuando ya tenemos a bastantes habitantes las posibilidades de que esta situación ocurra a gran escala se reducen mucho. Llegados a esa fase la única vía de juego factible es ir creciendo e implementando nuevos tipos de edificios y construcciones (como canteras, puentes y túneles), todos muy bien integrados y que dan un aspecto muy real a la ciudad (salvo porque los puentes no pueden ir en diagonal, lástima). Pero es cierto que a partir de ese punto crítico en el que la supervivencia del pueblo ya no está en peligro, la emoción de la partida se resiente; al no haber interacciones con otras poblaciones (salvo por los ocasionales nómadas que llegan para asentarse) no ocurre nada demasiado emocionante hasta que ya tenemos tantos habitantes que el ordenador simplemente no es capaz de mover el juego. A malas tenéis el workshop de Steam con mods creados por otros jugadores, con nuevos edificios y pequeñas modificaciones a los fundamentos del juego que pueden prolongar su vida útil en vuestro PC.

La ciudad prospera.

Otro detallito que no me convence es que la gente envejezca tan rápido, a un ritmo de 4× o 5× respecto a las estaciones. Para pretender un entorno realista, eso queda bastante raro. También hay algún mod para apañarlo y de todos modos no es un problema serio, puede que ni os fijéis. Es que soy un quejica. El ambiente general que transmite el juego es muy agradable y tranquilo, para tomárselo con calma y disfrutar de los pequeños progresos de nuestros ciudadanos, y eso sí me ha gustado mucho. No hay nada de violencia aquí, ni invasiones ni crímenes, y es un sano cambio de registro con lo que tenemos acostumbrado. La banda sonora es igual de relajante y agradable a los sentidos.

El resumen de todo esto es que Banished es un buen juego, un logro impresionante para ser obra de una sola persona, y sin duda merece la pena a poco que os guste este género o simplemente ver cómo se desarrolla una pequeña aldea medieval. Eso sí, sabiendo que se os puede hacer un poco corto si os dedicáis a fondo a él y que en consecuencia el precio nominal puede resultar algo elevado.

Similitudes razonables con...


Anno 1602

SimCity 3000 World Edition

Tropico 4

No hay comentarios: